Transformamos el cuidado
Nuestro Compromiso
Atención exclusiva sin esperas
Déjate llevar de la mano de nuestro equipo cuidando todos los detalles a través de un ritual exclusivo en el cuidado del cabello
4 generaciones
de peluqueros
Nací entre rulos y secadores
de casco, hijo de padres
peluqueros, con abuelos y
bisabuelo barberos.
Desde pequeño ya quería continuar con la
tradición familiar pero aportando algo distinto
a lo que se venía haciendo toda la vida.
Tu momento de
desconexión personal
Llevo ya años utilizando sus servicios para cuidar mi pelo. Y el cambio ha sido increíble. Son unos estupendos profesionales, siempre en evolución y preocupándose permanentemente de mejorar. Además de tratar de lujo al cabello, te tratan igualmente bien a ti. En los detalles está la diferencia y la visita es siempre un placer.
María Gallego
A parte del trato excepcional que dan, la calidad y el cuidado con el que tratan el cabello es realmente increíble. No conozco ninguna empresa de este sector que trabajen como ellos. Realmente da gusto tratar con profesionales así. Para mi se ha convertido en un placer ir a la peluquería. Recomendable 100%
Lorena García
Una forma distinta de hacer las cosas Desde un masaje inicial eligiendo un aroma que en cada momento se adapta a ti Hasta un protocolo de lavado que hace que tu pelo cambie Hasta una forma de estar y entender como debemos peinarnos, darnos color… En mi caso soy adicta a los tratamientos faciales!!! Probadlos Muchas gracias Juan Carlos y Alba Y muchas gracias también a Tania Nos volvemos a ver en unos días
María José Fernández
Desde que empecé a venir hace unos cuatro años, mi pelo ha sufrido una transformación increíble. Cuando me contaban que iba a venir a teñirme con menor frecuencia para tapar mis canas creía que sería imposible. Es una realidad y tengo el pelo suave y brillante. Me alegro de haber confiado en ellos
Mercedes Franco
No puedo más que halagar a esta pareja de profesionales. Son expertos en los cuidados del pelo, con todo tipo de detalles desde darte la bienvenida con un masaje capilar, café y manta calentita en el invierno y, de vez en cuando, hasta un masaje facial exprés. Muy humanos y nada comerciales. ¿Qué más se puede pedir? ¡Qué no cambien!
Isabel Reviejo
